mercredi 30 novembre 2011
Central banks (i.e. your money and mine) to the rescue
I just got these three tweets in a row this morning. It's the good old story being retold once again: Big Capital and Irresponsible Government enter into their umpteenth unholy marriage and leave behind a financial mess. The resulting janitorial work is for rank and file Joe & Jane to do.
Central banks, that is your pennies and mine, are coming to the rescue at the expense of social services, employment and general well being.
lundi 18 avril 2011
Food sovereignty: Our common future is at stake
The Six Pillars of Food Sovereignty
(Developed at the International Forum for Food Sovereignty, Mali, West Africa, February 2007. Published by www.peoplesfoodpolicy.ca)
(Developed at the International Forum for Food Sovereignty, Mali, West Africa, February 2007. Published by www.peoplesfoodpolicy.ca)
1. Focuses on Food for People:
• insists on the right to food for everyone
• insists that food is more than a commodity
• insists that food is more than a commodity
Food sovereignty puts the right to sufficient, healthy and culturally appropriate food for all individuals, peoples and communities, including those who are hungry, under occupation, in conflict zones and marginalised, at the centre of food, agriculture, livestock and fisheries policies; and rejects the proposition that food is just another commodity or component for international agro-business.
2. Values Food Providers:
2. Values Food Providers:
• supports the right to produce food
• supports sustainable livelihoods
• supports sustainable livelihoods
Food sovereignty values and supports the contributions, and respects the rights, of women and men, peasants and small scale family farmers, pastoralists, artisanal fisherfolk, forest dwellers, indigenous peoples and agricultural and fisheries workers, including migrants, who cultivate, grow, harvest and process food; and rejects those policies, actions and programmes that undervalue them, threaten their livelihoods and eliminate them.
3. Localises Food Systems:
3. Localises Food Systems:
• places providers and consumers at the centre of decision-making
• rejects dumping and inappropriate food aid
• resists dependency on remote and unaccountable corporations
• rejects dumping and inappropriate food aid
• resists dependency on remote and unaccountable corporations
Food sovereignty brings food providers and consumers closer together; puts providers and consumers at the centre of decision-making on food issues; protects food providers from the dumping of food and food aid in local markets; protects consumers from poor quality and unhealthy food, inappropriate food aid and food tainted with genetically modified organisms; and resists governance structures, agreements and practices that depend on and promote unsustainable and inequitable international trade and give power to remote and unaccountable corporations.
4. Puts Control Locally:
4. Puts Control Locally:
• places control in the hands of local food providers
• recognizes the need to inhabit and to share territories
• rejects the privatization of ‘natural resources’
• recognizes the need to inhabit and to share territories
• rejects the privatization of ‘natural resources’
Food sovereignty places control over territory, land, grazing, water, seeds, livestock and fish populations on local food providers and respects their rights. They can use and share them in socially and environmentally sustainable ways which conserve diversity; it recognizes that local territories often cross geopolitical borders and ensures the right of local communities to inhabit and use their territories; it promotes positive interaction between food providers in different regions and territories and from different sectors that helps resolve internal conflicts or conflicts with local and national authorities; and rejects the privatization of natural resources through laws, commercial contracts and intellectual property rights regimes.
5. Builds Knowledge and Skills:
5. Builds Knowledge and Skills:
• builds on traditional knowledge
• uses research to support and pass this knowledge to future generations
• rejects technologies that undermine or contaminate local food systems
• uses research to support and pass this knowledge to future generations
• rejects technologies that undermine or contaminate local food systems
Food sovereignty builds on the skills and local knowledge of food providers and their local organizations that conserve, develop and manage localized food production and harvesting systems, developing appropriate research systems to support this and passing on this wisdom to future generations; and rejects technologies that undermine, threaten or contaminate these, e.g. genetic engineering.
6. Works with Nature:
6. Works with Nature:
• uses the contributions of nature in sustainable food systems
• maximizes resilience
• rejects energy intensive, monocultural, industrialized, destructive production methods
• maximizes resilience
• rejects energy intensive, monocultural, industrialized, destructive production methods
Food sovereignty uses the contributions of nature in diverse, low external input agroecological production and harvesting methods that maximize the contribution of ecosystems and improve resilience and adaptation, especially in the face of climate change; it seeks to heal the planet so that the planet may heal us; and, rejects methods that harm beneficial ecosystem functions, that depend on energy intensive monocultures and livestock factories, destructive fishing practices and other industrialized production methods, which damage the environment and contribute to global warming.
vendredi 1 avril 2011
La lógica de Einstein
Por Maribel Carvajal
Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados.
De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo. El otro, viendo su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir quebrarlo y libertar el amigo.
Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño:
- ¿Cómo conseguiste hacer eso? ¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!
En ese momento, Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó:
- Yo sé cómo lo hizo.
- ¿Cómo? – Le preguntaron.
- Es sencillo, respondió Einstein, no había nadie para decirle que no era capaz
Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados.
De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo. El otro, viendo su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir quebrarlo y libertar el amigo.
Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño:
- ¿Cómo conseguiste hacer eso? ¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!
En ese momento, Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó:
- Yo sé cómo lo hizo.
- ¿Cómo? – Le preguntaron.
- Es sencillo, respondió Einstein, no había nadie para decirle que no era capaz
jeudi 24 mars 2011
Misoginia, moralismo y la mujer del pozo
Misoginia, moralismo y la mujer del pozo
David Lose (Center for Biblical Preaching, Luther Seminary)
Trad. por Alvin Góngora (Original "Misogyni, Moralism and the Woman at the Well: ver página adicional)
(Publicado orginalmente en Marzo 21, 2011)
Ella no es una prostituta. No tiene a cuestas un pasado sombrío. Sin embargo, cuando millones de cristianos se apresten a escuchar su historia el domingo entrante en sus iglesias, lo más probable es que se encuentren con que sus predicadores la van a describir precisamente en esos términos.
El capítulo 4 del Evangelio según San Juan narra su historia. Ella es una mujer samaritana con quien Jesús se topa en un pozo. Los judíos y los samaritanos no se llevan bien, y los hombres y las mujeres en esa cultura conservan, por lo general, una prudente distancia social entre ellos. Por lo tanto, es una sorpresa doble la que ella se lleva cuando Jesús le pide agua. Ante la réplica de la mujer, él le ofrece agua viva. Confundida, pero intrigada, la mujer le pide esa agua milagrosa. Al final, Jesús la invita a que llame a su marido, y cuando ella responde que no tiene marido, él se muestra de acuerdo: “Cinco maridos has tenido, y ninguno de ellos es tu esposo” (4:18).
He ahí el problema. Esa es la frasecita que la marcó como prostituta. John Piper, un predicador conservador, le da el tratamiento que se ha convertido en la norma. En uno de sus sermones sobre este pasaje bíblico, Piper la describe como una “ramera de Samaria que es mundana, de mentalidad sensual y carente de espiritualidad” (God Seeks People to Worship Him in Spirit and Truth John 4:16-26 http://www.soundofgrace.com/piper84/040884m.htm). Este calificativo vuelve a aparecer en otro aparte del mismo sermón.
Sin embargo, no hay nada en el texto bíblico que conduzca a esa interpretación. Ni Juan en su calidad de narrador, ni Jesús como el personaje central de la historia proveen esa información. En ningún momento Jesús extiende invitación alguna al arrepentimiento ni tampoco menciona el pecado en absoluto. Quizá ella había enviudado o pudo haber sido abandonada o haberse divorciado (lo cual, en el mundo antiguo, equivalía a una viudez para una mujer). Una tragedia repetida cinco veces hubiera sido devastadora, pero no imposible. Es posible, además, que en ese momento de la historia ella pudiese estar viviendo con alguien de quien ella dependía, o participando en lo que se conoce como matrimonio de levirato (uno en el que una viuda sin hijos era tomada en matrimonio por su cuñado con el fin de levantar descendencia para el difunto, pero que sin embargo no significaba en rigor técnico que ella era la viuda del hermano). En efecto, son muchas las maneras para imaginar la historia de esta mujer como un relato trágico pero no escandaloso. Con todo, abundan los predicadores que asumen esta última lectura.
La dificultad con esa interpretación consiste en que se tropieza con el resto de la narración. Precisamente tras oír de Jesús la interpretación de su pasado, ella le dice: “Me parece que tú eres profeta,” y le pregunta dónde se debe adorar. Si usted se ha venido imaginando lo peor de ella, no puede encontrarse una salida más torpe para cambiar de tema. Pero si usted asume otro escenario las cosas lucen diferente. “Parecer” en el relato de Juan, y este es un detalle significativo, conlleva una enorme importancia. Se trata de una facultad que se relaciona directamente con creer. Al decir que ve en Jesús a un profeta, la mujer está pronunciando una confesión de fe.
¿Por qué? Porque Jesús la ha “visto.” El ha visto su drama, uno de dependencia, no de inmoralidad. El la ha reconocido, ha hablado con ella, le ha ofrecido algo de valor incomparable. El la ha visto; ella existe para él, ella tiene valor, tiene significado y todo ese tratamiento es un tesoro al que ella no está acostumbrada. Así, pues, cuando él habla de su pasado, deliberada y solidariamente, ella se da cuenta que está en la presencia de un profeta. Sólo por esta razón ella se atreve a plantear la cuestión que por siglos y siglos ha dividido a los judíos y a los samaritanos. No se trata de un escarceo académico artificial. Por el contrario, la de la samaritana es una pregunta que penetra hasta la médula de la separación existente entre ella y Jesús. Cuando él la sorprende con una respuesta que es, a la vez, más esperanzadora y aguda de lo que ella esperaba, la samaritana abandona su cántaro y corre a contarles a sus vecinos acerca de este hombre.
Todo indica que, al menos, hay espacio para una interpretación diferente a la rutinaria. ¿Por qué, entonces, son tantos los predicadores que se hacen una imagen tan negativa de ella? Me permito proponer dos razones. La primera se relaciona con una larga historia de misoginia en la teología cristiana que se opone diametralmente al papel que las mujeres juegan en los evangelios. Los cuatros evangelistas aseguran que las mujeres respaldaron el ministerio de Jesús. Ellas se hicieron presentes en su tumba cuando sus compañeros masculinos habían ya emprendido la huida. Fueron ellas las primeras testigas de su resurrección. Sin embargo, de señalar a Eva como la que sucumbió a la tentación (y de paso ignorando que el autor del Génesis dice que Adán estaba allí junto a ella –Gén. 3:6) a asumir que la samaritana tenía que ser prostituta, hay un desagradable tinte de chauvinismo que permea un buen porcentaje de la predicación cristiana, y quizá con mayor persistencia en aquellas tradiciones que rehusan reconocer la autoridad en la mujer para predicar y enseñar con la misma legitimidad que les cabe a los varones.
(Yo reconozco que esa predilección no es monopolio de los crisitnaos. ¿Recuerdan a El código de Da Vinci de Dan Brown? Con todo y la celebración de la “divinidad femenina,” llama la atención que Brown sólo incluye a dos personajes femeninos en su extensa novela: la que captura los intereses amatorios de su alter ego y una monja entrada en años que sobrevive dos páginas. ¡Al parecer los humanistas seculares también pueden ser chauvinistas!)
Una segunda razón por la cual los predicadores le asignan a esta mujer un papel de ramera consiste en que tal postura se acomoda a la idea según la cual la fe cristiana, y la religión en general, es una preocupación mayormente moralista. De acuerdo a esta perspectiva, la Biblia se aborda como si fuera una serie de historietas con aplicaciones inmediatas en términos de pecado y perdón, depravación moral y arrepentimiento de tal manera que cada relato se tenga que ajustar a ese patrón. Sin embargo, esta no es una historia de inmoralidad. Es una historia de identidad. En la escena anterior, una figura masculina de autoridad en el mundo judío se acerca a Jesús puesto que no alcanzaba a comprender quién o qué era este Jesús. Sin embargo, en la escena del pozo, Jesús se encuentra con el polo opuesto, y quizá sin duda por tratarse de una mujer en el otro extremo del espectro ella no solamente reconoció quién era Jesús sino también lo que él tenía para ofrecer: dignidad. Jesús la invita no a que se defina por sus circunstancias, y le ofrece una identidad que la saca de su tragedia. Y ella acepta. Al hacerlo, la samaritana juega un papel singular en el ministerio de Jesús ya que ella viene siendo el primer personaje en el evangelio de Juan que sale a contarles a otros acerca de Jesús.
Si los predicadores pusieran a un lado la misoginia y el moralismo que caracteriza a una buena porción de la teología cristiana, tendrían la oportunidad de relatar la historia de esta mujer en los términos en que fue concebida: una historia del poder transformador del amor y de la capacidad para recibir y asumir una nueva identidad. De esta manera, los predicadores ya no hablarían tanto de esta mujer sino que nos abordarían a nosotros y nos interpelarían a nosotros. Tal es el sermón que, yo al menos, quisiera escuchar.
(Nota del autor: Gracias a Karoline Lewis por una conversación útil sobre este pasaje que precipitó esta reflexión)
David Lose (Center for Biblical Preaching, Luther Seminary)
Trad. por Alvin Góngora (Original "Misogyni, Moralism and the Woman at the Well: ver página adicional)
(Publicado orginalmente en Marzo 21, 2011)
Ella no es una prostituta. No tiene a cuestas un pasado sombrío. Sin embargo, cuando millones de cristianos se apresten a escuchar su historia el domingo entrante en sus iglesias, lo más probable es que se encuentren con que sus predicadores la van a describir precisamente en esos términos.
El capítulo 4 del Evangelio según San Juan narra su historia. Ella es una mujer samaritana con quien Jesús se topa en un pozo. Los judíos y los samaritanos no se llevan bien, y los hombres y las mujeres en esa cultura conservan, por lo general, una prudente distancia social entre ellos. Por lo tanto, es una sorpresa doble la que ella se lleva cuando Jesús le pide agua. Ante la réplica de la mujer, él le ofrece agua viva. Confundida, pero intrigada, la mujer le pide esa agua milagrosa. Al final, Jesús la invita a que llame a su marido, y cuando ella responde que no tiene marido, él se muestra de acuerdo: “Cinco maridos has tenido, y ninguno de ellos es tu esposo” (4:18).
He ahí el problema. Esa es la frasecita que la marcó como prostituta. John Piper, un predicador conservador, le da el tratamiento que se ha convertido en la norma. En uno de sus sermones sobre este pasaje bíblico, Piper la describe como una “ramera de Samaria que es mundana, de mentalidad sensual y carente de espiritualidad” (God Seeks People to Worship Him in Spirit and Truth John 4:16-26 http://www.soundofgrace.com/piper84/040884m.htm). Este calificativo vuelve a aparecer en otro aparte del mismo sermón.
Sin embargo, no hay nada en el texto bíblico que conduzca a esa interpretación. Ni Juan en su calidad de narrador, ni Jesús como el personaje central de la historia proveen esa información. En ningún momento Jesús extiende invitación alguna al arrepentimiento ni tampoco menciona el pecado en absoluto. Quizá ella había enviudado o pudo haber sido abandonada o haberse divorciado (lo cual, en el mundo antiguo, equivalía a una viudez para una mujer). Una tragedia repetida cinco veces hubiera sido devastadora, pero no imposible. Es posible, además, que en ese momento de la historia ella pudiese estar viviendo con alguien de quien ella dependía, o participando en lo que se conoce como matrimonio de levirato (uno en el que una viuda sin hijos era tomada en matrimonio por su cuñado con el fin de levantar descendencia para el difunto, pero que sin embargo no significaba en rigor técnico que ella era la viuda del hermano). En efecto, son muchas las maneras para imaginar la historia de esta mujer como un relato trágico pero no escandaloso. Con todo, abundan los predicadores que asumen esta última lectura.
La dificultad con esa interpretación consiste en que se tropieza con el resto de la narración. Precisamente tras oír de Jesús la interpretación de su pasado, ella le dice: “Me parece que tú eres profeta,” y le pregunta dónde se debe adorar. Si usted se ha venido imaginando lo peor de ella, no puede encontrarse una salida más torpe para cambiar de tema. Pero si usted asume otro escenario las cosas lucen diferente. “Parecer” en el relato de Juan, y este es un detalle significativo, conlleva una enorme importancia. Se trata de una facultad que se relaciona directamente con creer. Al decir que ve en Jesús a un profeta, la mujer está pronunciando una confesión de fe.
¿Por qué? Porque Jesús la ha “visto.” El ha visto su drama, uno de dependencia, no de inmoralidad. El la ha reconocido, ha hablado con ella, le ha ofrecido algo de valor incomparable. El la ha visto; ella existe para él, ella tiene valor, tiene significado y todo ese tratamiento es un tesoro al que ella no está acostumbrada. Así, pues, cuando él habla de su pasado, deliberada y solidariamente, ella se da cuenta que está en la presencia de un profeta. Sólo por esta razón ella se atreve a plantear la cuestión que por siglos y siglos ha dividido a los judíos y a los samaritanos. No se trata de un escarceo académico artificial. Por el contrario, la de la samaritana es una pregunta que penetra hasta la médula de la separación existente entre ella y Jesús. Cuando él la sorprende con una respuesta que es, a la vez, más esperanzadora y aguda de lo que ella esperaba, la samaritana abandona su cántaro y corre a contarles a sus vecinos acerca de este hombre.
Todo indica que, al menos, hay espacio para una interpretación diferente a la rutinaria. ¿Por qué, entonces, son tantos los predicadores que se hacen una imagen tan negativa de ella? Me permito proponer dos razones. La primera se relaciona con una larga historia de misoginia en la teología cristiana que se opone diametralmente al papel que las mujeres juegan en los evangelios. Los cuatros evangelistas aseguran que las mujeres respaldaron el ministerio de Jesús. Ellas se hicieron presentes en su tumba cuando sus compañeros masculinos habían ya emprendido la huida. Fueron ellas las primeras testigas de su resurrección. Sin embargo, de señalar a Eva como la que sucumbió a la tentación (y de paso ignorando que el autor del Génesis dice que Adán estaba allí junto a ella –Gén. 3:6) a asumir que la samaritana tenía que ser prostituta, hay un desagradable tinte de chauvinismo que permea un buen porcentaje de la predicación cristiana, y quizá con mayor persistencia en aquellas tradiciones que rehusan reconocer la autoridad en la mujer para predicar y enseñar con la misma legitimidad que les cabe a los varones.
(Yo reconozco que esa predilección no es monopolio de los crisitnaos. ¿Recuerdan a El código de Da Vinci de Dan Brown? Con todo y la celebración de la “divinidad femenina,” llama la atención que Brown sólo incluye a dos personajes femeninos en su extensa novela: la que captura los intereses amatorios de su alter ego y una monja entrada en años que sobrevive dos páginas. ¡Al parecer los humanistas seculares también pueden ser chauvinistas!)
Una segunda razón por la cual los predicadores le asignan a esta mujer un papel de ramera consiste en que tal postura se acomoda a la idea según la cual la fe cristiana, y la religión en general, es una preocupación mayormente moralista. De acuerdo a esta perspectiva, la Biblia se aborda como si fuera una serie de historietas con aplicaciones inmediatas en términos de pecado y perdón, depravación moral y arrepentimiento de tal manera que cada relato se tenga que ajustar a ese patrón. Sin embargo, esta no es una historia de inmoralidad. Es una historia de identidad. En la escena anterior, una figura masculina de autoridad en el mundo judío se acerca a Jesús puesto que no alcanzaba a comprender quién o qué era este Jesús. Sin embargo, en la escena del pozo, Jesús se encuentra con el polo opuesto, y quizá sin duda por tratarse de una mujer en el otro extremo del espectro ella no solamente reconoció quién era Jesús sino también lo que él tenía para ofrecer: dignidad. Jesús la invita no a que se defina por sus circunstancias, y le ofrece una identidad que la saca de su tragedia. Y ella acepta. Al hacerlo, la samaritana juega un papel singular en el ministerio de Jesús ya que ella viene siendo el primer personaje en el evangelio de Juan que sale a contarles a otros acerca de Jesús.
Si los predicadores pusieran a un lado la misoginia y el moralismo que caracteriza a una buena porción de la teología cristiana, tendrían la oportunidad de relatar la historia de esta mujer en los términos en que fue concebida: una historia del poder transformador del amor y de la capacidad para recibir y asumir una nueva identidad. De esta manera, los predicadores ya no hablarían tanto de esta mujer sino que nos abordarían a nosotros y nos interpelarían a nosotros. Tal es el sermón que, yo al menos, quisiera escuchar.
(Nota del autor: Gracias a Karoline Lewis por una conversación útil sobre este pasaje que precipitó esta reflexión)
samedi 19 mars 2011
Marzo 19: Día de San José / March 19: St Joseph Day
Today is March 19, St Joseph Day. It should be said that it is also "the day of the man" or "dad's day," but it is not. I'm afraid that our traditions would rather bury Joseph even further down because his profile does not conform to our masculine ideals. Joseph, Mary's husband, was a dedicated and home bound father whose low profile embarrasses us all. Just listen to what Father James Martin, S.J. has to say:
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Hoy es el día de San José. Podría ser algo así como "el día del varón," o "el día del padre," pero no lo es. Me temo que la tradición ha decidido no ensalzar a José, el marido de María, porque con su ejemplo, dedicación, sentido del hogar y bajo perfil nos hace quedar mal a los varones. Al menos eso se puede deducir de lo que afirma el sacerdote jesuíta James Martin
However, for all his masculinity and holiness, Joseph still puzzles me (but first, the video. My rantings, afterwards) / Sin embargo, con todo y su masculinidad y santidad, San José me confunde (pero primero el video, dejemos mi quejadera para lo que sigue)
St. Joseph puzzles me because his first reaction to Mary's pregnancy was to leave her in secret. We all say that this action of his was a token of his care for Mary and her reputation. In all honesty, was such the case? It seems to me that Joseph was being a man who would rather go away than embracing his woman in her adversity. Joseph was about to leave Mary with no support, the very same one that she found up in the mountains at Elizabeth's, her relative. Still today, men keep on leaving in secret, but whenever they do attend to the tremors of their hearts they are called cynical.
***************************
San José me confunde porque su primera reacción ante el embarazo de María fue planear dejarla secretamente. Todos vemos en esta acción a un José que se preocupaba por el buen nombre de María, pero, honestamente hablando, se puede seguir diciendo eso? Me parece que José actuó como el típico varón que se escabulle en lugar de rodear a su mujer en la adversidad. José se proponía dejar a María sin protección, la que ella sí encontró cuando huyó a las montañas donde su prima Elizabet. Hoy en día los hombres siguen escurriéndose en secreto, pero cada vez que deciden enfrentar los tremores del corazón se les llama cínicos.
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Hoy es el día de San José. Podría ser algo así como "el día del varón," o "el día del padre," pero no lo es. Me temo que la tradición ha decidido no ensalzar a José, el marido de María, porque con su ejemplo, dedicación, sentido del hogar y bajo perfil nos hace quedar mal a los varones. Al menos eso se puede deducir de lo que afirma el sacerdote jesuíta James Martin
However, for all his masculinity and holiness, Joseph still puzzles me (but first, the video. My rantings, afterwards) / Sin embargo, con todo y su masculinidad y santidad, San José me confunde (pero primero el video, dejemos mi quejadera para lo que sigue)
St. Joseph puzzles me because his first reaction to Mary's pregnancy was to leave her in secret. We all say that this action of his was a token of his care for Mary and her reputation. In all honesty, was such the case? It seems to me that Joseph was being a man who would rather go away than embracing his woman in her adversity. Joseph was about to leave Mary with no support, the very same one that she found up in the mountains at Elizabeth's, her relative. Still today, men keep on leaving in secret, but whenever they do attend to the tremors of their hearts they are called cynical.
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San José me confunde porque su primera reacción ante el embarazo de María fue planear dejarla secretamente. Todos vemos en esta acción a un José que se preocupaba por el buen nombre de María, pero, honestamente hablando, se puede seguir diciendo eso? Me parece que José actuó como el típico varón que se escabulle en lugar de rodear a su mujer en la adversidad. José se proponía dejar a María sin protección, la que ella sí encontró cuando huyó a las montañas donde su prima Elizabet. Hoy en día los hombres siguen escurriéndose en secreto, pero cada vez que deciden enfrentar los tremores del corazón se les llama cínicos.
vendredi 11 mars 2011
Se rebelan luego ríen / They rebel therefore they laugh
Los tiranos nunca entienden que sus pueblos quieren matarlos... de la risa / Why is it that tyrants never get it that what their people want is to kill them, but out of sheer laughter?
In Libya
(Benghazi. Jean-François Bélanger, Radio-Canada)
In Egypt
(Tahrir Square, Ben Curtis)
"Against the assault of laughter nothing can stand" (Mark Twain)
In Libya
(Benghazi. Jean-François Bélanger, Radio-Canada)
In Egypt
(Tahrir Square, Ben Curtis)
"Against the assault of laughter nothing can stand" (Mark Twain)
samedi 5 mars 2011
Si yo fuera mujer/Si j’étais une femme/If I were a woman
"Si j’étais une femme, je serais athée..."
Thus wrote Ahmed Riza, back in 1909, when he was a refugee in Paris before returning to his native Turkey to lead the Young Turkish revolution that gave birth to modern day Turkey. A devout Muslim, Riza was aware that faith should translate into real freedom and empowerment to women, lest atheism would present itself as a way more valuable alternative.
Like traditional, cathedral-bound, and male-centered Christianity, Islam (and Orthodox Judaism, and Hinduism, etc.) is "une religion qui impose des lois constamment au profit des hommes, mais dangereuses pour les femmes..." Riza's words can be applied to virtually every arrangement that men have historically articulated in order to manage the divine/humane circuit.
However, were it not for the rebel women that are present in almost every founding myth (Eve in the Bible, Yogarani in Buddhism, to name a few), humankind would be an inhospitable place for God to come and plant his/her tent pegs, and for life to be a joyful party.
(Selection, footing and interpretation: questionable; yet those are facts that cannot be denied / Se puede cuestionar la seleccion e interpretacion de los hechos, pero no su veracidad)
__________________________________________________
Las palabras que Ahmed Riza escribió en 1909 pueden y deben aplicarse a todos los andamiajes que los hombres se han inventado para administrar el circuito divino/humano. Con él, yo digo igualmente que de haber sido mujer yo seria atea.
Sin embargo,si no fuera por las rebeldes que pueblan casi todos los mitos fundantes (Eva en la Biblia, Yogarani en el budismo, para hablar solamente de dos), la humanidad no seria un suelo propicio para que Dios viniera a plantar su rancho, ni la vida seria una fiesta de celebración.
_________________________________________________
Marzo 8: Dia Internacional de la Mujer. Aniversario No. 100
March 8: International Women's Day. 100th Anniversary
Mars 8: Journée internationale de la femme. Anniversaire 100
Thus wrote Ahmed Riza, back in 1909, when he was a refugee in Paris before returning to his native Turkey to lead the Young Turkish revolution that gave birth to modern day Turkey. A devout Muslim, Riza was aware that faith should translate into real freedom and empowerment to women, lest atheism would present itself as a way more valuable alternative.
Like traditional, cathedral-bound, and male-centered Christianity, Islam (and Orthodox Judaism, and Hinduism, etc.) is "une religion qui impose des lois constamment au profit des hommes, mais dangereuses pour les femmes..." Riza's words can be applied to virtually every arrangement that men have historically articulated in order to manage the divine/humane circuit.
However, were it not for the rebel women that are present in almost every founding myth (Eve in the Bible, Yogarani in Buddhism, to name a few), humankind would be an inhospitable place for God to come and plant his/her tent pegs, and for life to be a joyful party.
(Selection, footing and interpretation: questionable; yet those are facts that cannot be denied / Se puede cuestionar la seleccion e interpretacion de los hechos, pero no su veracidad)
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Las palabras que Ahmed Riza escribió en 1909 pueden y deben aplicarse a todos los andamiajes que los hombres se han inventado para administrar el circuito divino/humano. Con él, yo digo igualmente que de haber sido mujer yo seria atea.
Sin embargo,si no fuera por las rebeldes que pueblan casi todos los mitos fundantes (Eva en la Biblia, Yogarani en el budismo, para hablar solamente de dos), la humanidad no seria un suelo propicio para que Dios viniera a plantar su rancho, ni la vida seria una fiesta de celebración.
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Marzo 8: Dia Internacional de la Mujer. Aniversario No. 100
March 8: International Women's Day. 100th Anniversary
Mars 8: Journée internationale de la femme. Anniversaire 100
vendredi 25 février 2011
Je me révolte, donc nous sommes
Who am I? What is the kernel of myself? The answer that has enjoyed the most widespread acceptance is Rene Descartes' founding myth of modernity: "Cogito, ergo sum" (I think, therefore I am). He came to this conclusion after considering that everything out there must be brought under heavy questioning and cast under layer after layers of doubts. Once such heavy exercise into hard core doubting was exhausted, only one truth should remain unabated: that Doubting Thomas thinks. Thinking, that is, certain extremely complicated operation that takes place in my brain, stands as the ultimate and irrefutable evidence of the reality of poor little old me as a being. Ladies and gentlemen, plese meet Homo Sapiens.
But, hold on. Mr. & Mrs. Sapiens's brainly prowess is affected, for better or worse, by not so lofty intellectual tsunamis. The Sapiens and their kids experience suffering, battle with the pangs of unrequited love, long for impossible goals, want to reach to the stars and at the end see that their brains sometimes are invaded by the forces of Col. Alzheimer as they reach certain age (plus other additional situations).
There must be something beyond the mere act of thinking, sexy as it surely is. Therefore, Miguel de Unamuno suggested that Descartes's dictum should be rebranded and sold under the motto: "I struggle, therefore I am" (Well, he didn't exactly use those words. His were Lucho, luego existo).
Arresting battle cry. No doubt about it. Unamuno could rally all the forces needed to topple all the dictators that still remain standing in the Arab world and beyond. However, there is a problem. Like Descartes, Unamuno remained stucked in the individual, an isolated person without a past and without a context. The truth is that such a fellow doesn't exist.
We just mentioned the dictators, didn't we? All across the Arab world, satrapies and dictatorships are seeing the end of the world as they knew it, and so are we. Rebellion and revolution, this time atop the cyber-waves (is that technologically correct?) of Facebook and Twitter are taking me back to Albert Camus. He observed that as soon as the oppressed says "enough!" to his or her misery, there takes place a dual birth: the oppressed becomes a rebel that recovers his or her individual self and his or her ensuing mobilization begets a new collective humanity. Defying syntactic correcteness, Camus went back to the old who-am-I problem to say: "I rebel, therefore we are."
What the current Arab generation is doing can be described as the dawn of a new day in the history of humankind. Right when the thriumphant capitalist mentality was installing, once and for all, selfish greed and individualism up on top of the highest pedestal, there came the Arabs of today to create a renewed sense of solidarity around a single and collective cause: freedom.
They rebel, therefore we are. Hopefully we'll become more human.
But, hold on. Mr. & Mrs. Sapiens's brainly prowess is affected, for better or worse, by not so lofty intellectual tsunamis. The Sapiens and their kids experience suffering, battle with the pangs of unrequited love, long for impossible goals, want to reach to the stars and at the end see that their brains sometimes are invaded by the forces of Col. Alzheimer as they reach certain age (plus other additional situations).
There must be something beyond the mere act of thinking, sexy as it surely is. Therefore, Miguel de Unamuno suggested that Descartes's dictum should be rebranded and sold under the motto: "I struggle, therefore I am" (Well, he didn't exactly use those words. His were Lucho, luego existo).
Arresting battle cry. No doubt about it. Unamuno could rally all the forces needed to topple all the dictators that still remain standing in the Arab world and beyond. However, there is a problem. Like Descartes, Unamuno remained stucked in the individual, an isolated person without a past and without a context. The truth is that such a fellow doesn't exist.
We just mentioned the dictators, didn't we? All across the Arab world, satrapies and dictatorships are seeing the end of the world as they knew it, and so are we. Rebellion and revolution, this time atop the cyber-waves (is that technologically correct?) of Facebook and Twitter are taking me back to Albert Camus. He observed that as soon as the oppressed says "enough!" to his or her misery, there takes place a dual birth: the oppressed becomes a rebel that recovers his or her individual self and his or her ensuing mobilization begets a new collective humanity. Defying syntactic correcteness, Camus went back to the old who-am-I problem to say: "I rebel, therefore we are."
What the current Arab generation is doing can be described as the dawn of a new day in the history of humankind. Right when the thriumphant capitalist mentality was installing, once and for all, selfish greed and individualism up on top of the highest pedestal, there came the Arabs of today to create a renewed sense of solidarity around a single and collective cause: freedom.
They rebel, therefore we are. Hopefully we'll become more human.
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